Oscar Alem, Omar Cerasuolo, Rubens Correa, Juan José Manauta, Nelly Omar, Ermelinda Painequeo, Santa Pino Fernández e Irma Urteaga.Asimismo, se entregó un Premio Post mortem a la artista Mercedes Sosa.
LEON FERRARI
Nacido en Buenos Aires en el año 1920, León Ferrari comenzó desde muy joven con la labor creativa. En 1961 realizó la primera escritura abstracta, ininteligible, serie que continúa hasta el presente y que elabora en distintas variaciones.
Cuando intervino en el Premio Di Tella de 1965 presentó La civilizaciónoccidental y cristiana, una obra que muestra a un Cristode santería crucificado sobre un bombardero norteamericano, laque fuera rechazada. A partir de esa muestra abandonó el arte,limitándose a presentar algunas obras políticas en exposicionescolectivas: “Homenaje al Vietnam” (l966), “Tucumán arde” (1968),“Malvenido Rockefeller” (1969), entre otras.
En 1966 compuso el collage literario Palabras ajenas, un diálogo en paralelo entre Johnson, Hitler y los dioses cristianos. En 1976 recopiló un grupo de noticias sobre la represión de la dictadura militar que publicó con el título de Nosotros no sabíamos, frase que una parte de la ciudadanía argentina utilizó frente a las pruebas de latortura y de los centros de detención de la dictadura. Ese año dejó el país por razones políticas y se radicó en San Pablo, Brasil. Es en esta ciudad en donde León Ferrari realizó sus primeras obras sobre poliéster para ser reproducidas en copias heliográficas, especies de planos, estructuras arquitectónicas y situaciones urbanas en las que recurre al dibujo técnico. “Utilizar en la década del ‘80 técnicas heliográficas como vehículo de obra era, en sí mismo, un gesto de vanguardia”, sentencia Andrés Duprat, curador de la muestra en Buenos Aires. Se trata de nudos de autopistas imposibles, rotondas que concentran multitudes, estructuras en las que los usos del automóvil y los peatones están invertidos, organizaciones espaciales contradictorias y construcciones inverosímiles que nos precipitan en un universo de extraña fascinación. Combinando y reiterando una y otra vez los mismos elementos –muros, puertas, mingitorios, personas, automóviles, inodoros, camas– crea una nueva realidad o, más precisamente, la escenificación de una realidad hipotética y opresiva.En 1983 retomó el tema político-religioso en collages e ilustraciones para la Biblia, en los que suma la iconografía católica, la erótica oriental e imágenes contemporáneas.
En la muestra “Surrealismo Nuevo Mundo” presentó un homenaje al preservativo: una serie de botellas con profilácticos. En 1985 inició una serie de obras con estiércol de aves, exponiendo, en el Museo de Arte Moderno de San Pablo, una jaula con dos palomas que defecaban sobre ElJuicio Final de Miguel Ángel.
En 1992 realizó obras con peces, ranas y axolotes, y, dos años después, repitió la experiencia iniciada en 1964 con Cuadro escrito, obra que presenta, en lugar de esculturas e instalaciones, una descripción de ellas.
Cuando en 2000 presentó, en el Instituto de Cooperación Iberoamericana(ICI), una muestra titulada Infiernos e idolatrías, contra las torturas (humanas y divinas), produjo una reacción adversa de grupos católicos que, en repudio al artista y su obra, rezaron el Rosario en las puertas de aquel Centro Cultural y arrojaron una granada de gases lacrimógenos en su interior.
En 2002 inició los Electronicartes, imágenes sobre la actualidad argentina e internacional que enviaba por correo electrónico. Dos años más tarde se realizó una retrospectiva de su obra en la sala Cronopios del Centro Cultural Recoleta que provocó, una vez más, intensos debates y agresiones por parte de la Iglesia, como rotura de obras y clausura de la muestra, hecho que posteriormente se revirtió.
Es socio honorario del Centro Argentino de Investigadores de Arte (CAIA) y miembro fundador del Club de impíos, herejes, apóstatas, blasfemos, ateos, paganos, agnósticos e infieles (CIHABAPAI) que en la navidad de 1997 solicitó al Papa que gestionara la anulación del juicio final y de la inmortalidad y, en 2001, la del infierno y su demolición.
Ferrari construye obras complejas en las que aborda tópicos de la condición humana: las situaciones de poder, las jerarquías, la masificación, la uniformidad, la disciplina, el hacinamiento, la explotación, el sometimiento y la desesperanza. Desde 1991 reside en Buenos Aires donde continúa haciendo arte contra la represión del poder y de la religión, y específicamente pasteles y dibujos sobre lo que Noé Jitrik llama “la arqueología del signo”.