
EL PRÓXIMO 23 DE NOVIEMBRE DE ESTE 2020 TAN PARTICULAR, ARTEXARTE-FUNDACIÓN ALFONSO Y LUZ CASTILLO CUMPLE VEINTICINCO AÑOS.
Este sueño, que comenzó a esbozarse al lado de la iglesia de la Inmaculada Concepción -“La Redonda de Belgrano”-, donde albergó muestras de todas las disciplinas artísticas, luego se convirtió en el primer espacio de la Argentina dedicado exclusivamente a fotografía, video y nuevos medios.
Pionera no sólo en la elección de las especialidades a las cuales acompañar, promover y estimular, también lo fue al elegir su ubicación, el barrio de Villa Crespo, hoy convertido en un polo artístico y cultural con vida propia.

Hoy activos virtualmente, apostando como siempre a la calidad, su fundadora y principal impulsora Luz Castillo, está programando la línea editorial y proyectando actividades para cuando todo pase.
Se extrañan las notables exposiciones pensadas por prestigiosos curadores invitados, así como también los encuentros, charlas y talleres al igual que el Premio de Fotografía ArtexArte.
“Este año atípico no nos permite reunirnos, abrazarnos y festejar como nos gusta. Para cuando podamos volver a hacerlo, presentaremos Historia de un sueño, el libro que recorre este cuarto de siglo de ArtexArte – Fundación Alfonso y Luz Castillo, y recordaremos juntos esta hermosa aventura.
Cabe mencionar también que en 2020 nuestra institución ha sido honrada con el premio Gratia Artis por la Academia Nacional de Bellas Artes que reconoce a personalidades e instituciones que se destacan por su apoyo a las artes. Fue concedida a la Fundación por ser un puntal en el desarrollo y difusión de la fotografía argentina”, dice Luz Castillo.
UN POCO DE HISTORIA

1995-2001. El origen
Eso que denominamos campo artístico implica el establecimiento de un entramado de relaciones, en cuyos nodos convergen los artistas y sus obras a través de los espacios de circulación como medio para poner en contacto a aquellos con sus espectadores.
Para Alfonso y Luz Castillo, este territorio cultural ha sido el ámbito natural que vio germinar numerosos proyectos artísticos que recibieron su envión para el despegue.
En 1995, como parte de su natural condición de mecenas, y al haber comprendido la importancia de la apertura de un espacio para la circulación de la producción artística, Alfonso y Luz deciden abrir la galería ArtexArte en el barrio de Belgrano, en la recova emplazada próxima a la Parroquia de la Inmaculada Concepción (“La Redonda”) y cercana al Museo de Arte Español Enrique Larreta y al Museo Histórico Sarmiento. En esta primera sede se exhiben obras provenientes de diversas disciplinas artísticas.
ArtexArte abrió sus puertas el 23 de noviembre de 1995. A partir de una iniciativa común entre los espacios culturales cercanos se propone la realización de Belgrano Puertas Abiertas que significó un antecedente de los Gallery Nights y que, actualmente, encuentra una resonancia en el proyecto Lista, el cual pone en relación los diversos lugares de exhibición de Villa Crespo.
De manera progresiva, el espacio comienza a consolidar la presencia de la fotografía como medio artístico privilegiado que, con posterioridad, se convertirá en la marca distintiva de su identidad. Recordemos, de paso, la estrecha vinculación con la producción artística tanto de Luz (artes visuales y escritura) como de Alfonso (fotografía).
La década de los noventa trajo una explosión en los modos de hacer arte, ampliando y profundizando la línea pictórica abierta en la década anterior, a la vez que supuso un ambiente propicio para el despliegue de modos de producir ligados a la contemporaneidad artística global.
En este contexto, percibiendo con claridad el vector que aglutinaba, tanto los debates estéticos como los modos de producir más relevantes de entonces, ArtexArte configura una programación que abre la posibilidad de mostrar su productividad a numerosos artistas que marcaron ese período del arte argentino.
Entre otros artistas, los que fueron parte del universo de AxA en este período podemos mencionar a Guillermo Kuitca, León Ferrari, Rubén Grau, Luis Felipe Noé, Fernando Fazzolari, Gabriela Aberastury, Eduardo Médici, Raquel Bigio, Nora Correas, Nora García, Oscar Smoje, Nora Dobarro, Nicolás García Uriburu, entre otros.
Es en esta etapa que la dinámica de AxA se pone en marcha y llega hasta nuestros días. Su energía inicial continuó en permanente transformación hasta hoy.
2002-2014. La consolidación
En 2002, ArtexArte se muda a Villa Crespo. De manera visionaria, es la primera en instalarse en una zona que, muchos años después, conformará un circuito relevante para las artes visuales de la ciudad de Buenos Aires con numerosos espacios de exhibición consagrados y emergentes.
En una gran superficie de 1800 metros cuadrados, dispuestos en tres niveles, una sala de video y un auditorio, continúa bajo la denominación Galería ArtexArte, con la representación de un staff estable de artistas. Es en este momento en que emerge la Fundación Alfonso y Luz Castillo, la cual sostiene las actividades de ArtexArte y, de alguna manera, como un gesto que intenta formalizar y estructurar más férreamente la gran labor de apoyo a la producción y circulación artística que venían desplegando los Castillo desde 1995.
En este período, debido a las amplias posibilidades de exhibición que surgen de las características de esa formidable superficie, la programación comienza a estructurarse a partir de tres muestras individuales y, en ocasiones, algunas colectivas que se inauguran de manera simultánea.
ArtexArte, en su reapertura, trae una novedad considerable para el medio artístico de esos años: inaugura una sala dedicada al videoarte en forma permanente y, a su vez, la consolidación de la fotografía como medio privilegiado a la hora de pensar el contenido de las exhibiciones; desde ya, siempre en abierto diálogo con los modos contemporáneos de producción. La curaduría de cada una de estas exhibiciones estaba a cargo de diversos curadores convocados para tal efecto. Cada muestra contaba con un catálogo individual pero cuyo diseño reflejaba la identidad de la institución.
Por otra parte, la posibilidad de tener cuatro exposiciones a la vez ha permitido una fuerte retroalimentación de público, comparable sólo con otros espacios culturales oficiales de mayor envergadura y sólo equiparable a los muy pocos sostenidos desde el sector privado. La apertura de esta nueva sede se produjo el 1 de junio de 2002 con cuatro muestras que estuvieron activas hasta noviembre de ese año.
En 2008, se introduce una modificación a la hora de concebir su programación anual. A las habituales muestras individuales y colectivas que se desplegaban en un solo nivel, se sumó un proyecto anual temático y colectivo que ocupaba la totalidad de la institución. Es decir, que esta exhibición tenía por objeto expandirse por los tres niveles y la sala de video, modalidad que luego se transformaría en uno de los sellos distintivos de AxA. Este modelo de exhibición dio paso para la instauración de un embrión de lo que luego sería el sello editorial de ArtexArte: la edición de libros-catálogo que expandían las posibilidades de estas muestras, las cuales contaban con un ensayo monográfico a cargo de su curador y una abundante documentación de las obras que las configuraban.
En cierto sentido, la actividad desplegada durante esta etapa de vida de AxA permitió su consolidación en el campo artístico local y, a su vez, permitió que muchas líneas de trabajo vinculadas a esta época vectorizaran numerosos proyectos que dinamizarían las posteriores propuestas institucionales.
2015-2019. La expansión
Podría señalarse un año clave para evidenciar un momento de inflexión para el perfil institucional de ArtexArte: 2015. Este movimiento de cambio tiene una doble condición; por una parte, la forma organizacional de AxA adquiere nueva fisonomía cuando la Fundación Alfonso y Luz Castillo se consolida como territorio que sostiene las múltiples actividades de AxA y, a su vez, el formato de galería de arte cede lugar al de espacio de exhibición. Este cambio medular produjo profundas modificaciones en la política institucional de la organización.
Por un lado, el programa anual de exhibiciones se configura a partir de una serie de muestras comisionadas a prestigiosos curadores, las cuales nuclearán las producciones de reconocidos artistas locales e internacionales. Estas muestras ponen en debate problemáticas de nuestra contemporaneidad tanto estético-artística como social.
Es conocimiento compartido que la curaduría se ha transformado en un ámbito que ha permitido reflexionar sobre ciertas prácticas artísticas, acerca de sus estéticas y, además, sobre sus resonancias sociales. A su vez, ha abierto una zona para proponer nuevas articulaciones desde una perspectiva histórica. En este sentido, el desafío propuesto por ArtexArte ha vehiculizado nuevos modos de ver la fotografía desde una perspectiva contemporánea. Las investigaciones de relevantes curadores han permitido instalar numerosos vectores para ampliar una reflexión sobre lo fotográfico.
Estas cuestiones se han vehiculizado a través del proyecto editorial de AxA. Éste se viene conformando, tanto por los catálogos de las exhibiciones como por diversas colecciones que problematizan el lugar de la imagen contemporánea, su dimensión estética y su historia.
A su vez, la Fundación profundizó aquello vinculado a diversos aspectos formativos que tiene como centro la cuestión fotográfica. Un programa educativo delineado por un equipo especializado, pone en relación los contenidos de las diversas exhibiciones con estudiantes de escuelas medias y de instituciones terciarias y universitarias. Otro, de formación, se constituye a partir de ciclos de charlas, encuentros, presentaciones de libros, cursos prácticos y teóricos y revisiones de portfolio, entre otras propuestas destinadas tanto al público especializado como general.
Desde 2008, la Fundación Alfonso y Luz Castillo sostiene un premio anual de fotografía que ya lleva siete ediciones y cuyas obras premiadas pasan a ampliar cuantitativa y cualitativamente la colección especializada de la institución. Los mayores referentes del campo fotográfico y artístico han conformado el jurado de premiación y selección, labor que, además, luego se exhibe en la sede de la institución.
Estas nuevas perspectivas han encontrado anclaje en las investigaciones de Rodrigo Alonso sobre la fotografía latinoamericana contemporánea (No sabe/No contesta, 2008) y sobre historización de la productividad de los grupos de fotógrafos en Argentina (La unión hace la fuerza, 2018).
Por otra parte, en Fotografía en la Argentina 1840/2010 (2010), Valeria González ha revisitado la historia de la fotografía en nuestro país, producción que se ha vuelto de consulta imprescindible para todo aquel que quiera aproximarse a la historia de la disciplina local.
De esta manera, ArtexArte se ha convertido en un espacio de referencia, tanto a nivel local como internacional, a partir de su propuesta pionera en torno a la fotografía y de la vinculación entre ésta y las nuevas tecnologías de producción artística contemporánea.
A partir de esta intensa labor desplegada desde su origen, las actividades generadas por AxA han activado una amplia red de alianzas estratégicas interinstitucionales, tanto públicas como privadas, nacionales e internacionales, tendientes a sinergizar las propuestas y sostener el debate en torno a problemáticas afines.