ARTE E IDENTIDAD
“El arte solo tiene sentido cuando se ve y se comparte con el público. Ahora parte de mi felicidad que es gran parte de mi obra está con ustedes, en Argentina” (Anna María Maiolino_ MALBA 2022)

La exhibición antológica que por vez primera se realiza en nuestro país, se genera luego de veinte años de reconocimiento internacional de la labor creativa de Anna Maiolino y la necesidad de ofrecer una mirada panorámica también en los países del cono sur donde ha residido.
La polifacética labor llevada a cabo en 62 de ser artista, hacen a la riqueza de más de 200 obras selectas entre pinturas, dibujos, xilograbados, esculturas, fotografías, videos, piezas sonoras e instalaciones de Maiolino desde de los años setenta a la actualidad.



Su poema emblemático, Schhhhiiii, se aproxima a temas políticos y da el nombre a esta muestra con curaduría de Paulo Miyada. Esta misma antología, presentada este año en San Pablo como Psssiiiuuu es el logro de tres años de investigación y conversaciones con esta artista nómade y su equipo, en una espiral significativa e indisociable de obra_vida.
Enormes mesas de trabajo sirvieron de base para organizar la compleja selección de material a exhibir entre el Instituto Tomie Ohtake que organiza el recorrido curatorial en tres salas, y el Museo Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA), que lo integra en un mega recorrido orgánico. Abordando no solo lo lineal, temporal, sino procesos, modos, textos y vivencias, la muestra congrega cincuenta años de producción narrativa de la propia existencia, del goce, llanto, cuidado y el deseo, que se comunica.
Anna Maria Maiolino nace en 1942 en Scalea, un pueblo de Calabria en Italia, en plena segunda guerra mundial en 1942. La crisis la mantendrá a ella -la menor de diez hermanos- y a su familia, en un país en estado crítico y al borde de una pobreza de la que no se recuperan, por lo cual emigran a Caracas, Venezuela en 1952.

Allí comienza a estudiar y a iniciarse en la pintura. Con dieciocho años, cuando se adapta al contexto y al idioma, la familia vuelve a trasladarse a Rio de Janeiro en Brasil en 1960. Atravesando la complejidad de readaptarse a otra nueva cultura, comienza a pintar con fervor. Se casa y tiene dos hijos. Su pintura se vuelve compulsiva: pincel, bastidor, realidad. En 1964 haría su primera muestra individual.
Toda su obra la toma a ella y a su identidad como figura central, preguntándose quién es. Ella, no desde lo narcisista, sino en duplicidad definida desde el encuentro transformador con un otro real.
Ella misma es mujer, esposa, madre, artista, experimentadora, Italiana, Brasilera, Argentina… es una totalidad. Su naturaleza migrante, en tránsito dinámico por Italia, Venezuela, Brasil y también Argentina, donde vive entre 1984 y 1989 -pero sin participar del sistema del arte- hará que se identifique a ella misma como un fragmento diverso que representa muchas cosas, conclusión interna que manifiesta en sus primeras obras.


La vida_obra como un damero, es un mapa mental, biográfico. Con diversidad de lenguajes, integra la fuerte influencia de sus ancestros, el pensamiento que promueve una diversidad de significantes o del caos a la armonía. Su enorme curiosidad, el entorno, lo familiar, lo social, la memoria, lo real, la naturaleza, su cuerpo como parte de ella, finaliza en el tablero con las palabras: certeza, destino, poesía.
Manzanas como las de las retículas de los barrios y ciudades en un juego dinámico como cada mudanza y vivencia trasformadora junto a su familia, con ese anhelo de Ser_ pertenecer identitario que alienta sus creaciones en serie. Series cuyo significado trasciende el usual del arte para redefinirse en la búsqueda de sí misma.

Participa de grandes exposiciones en la Nueva objetividad brasileña y Objetivo 66. Con una veintena de videos digitales y Super 8, In_out (Antropofagia), escinde su obra en las obtenidas con materiales de su taller (grabados, telas, dibujos, tinta, goteo, esculturas) y las producidas a través de nuevos medios, audiovisuales. Su arte es un ejercicio político superador de sus mercados tradicionales, donde los sonidos declaman irónicamente el drama como resistencia a las imposiciones políticas.
Sus dos matrimonios, el tiempo que brinda al rol más tradicional de la mujer como soporte asistencial, la llevan a una revisión_ resignificación de sí y de su tiempo e impulsa su producción.

La separación también es una reflexión sobre la soledad y una resonancia de la pobreza.
El movimiento migrante y el devenir dinámico de la vida, inciden en su técnica. Percibe al grabado con sus múltiples pasos y etapas -como la que la representa- y en pleno recrudecimiento de la dictadura en Brasil, Anna milita desde el arte.
Desde el grabado, expresa su nombre y con pulsión multifacética, aprovecha éticamente todos los medios posibles entre gesto y materia para desarrollar una nueva conciencia en el presente, a partir de un pasado común.
Con la simpleza una cocina con aroma a infancia de la humanidad, este gran recorrido – el cual finaliza en un espacio orgánico que Anna realiza grupalmente sobre una mesa amplísima, convida a percibir un gesto muy suyo en la línea. El barro cerámico amasado y sin hornear, trepa por las paredes y se integra al espacio que habita como pulsión de vida para cobrar sentido con la presencia del público que podrá verla hasta el 20 de Febrero de 2023 en el MALBA.
Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA)
Anna María Maiolino – Nivel 2. Sala 5
Av. Figueroa Alcorta 3415
Buenos Aires, Argentina