El artista Mariano Sardón y el neurocientífico Mariano Sigman presentan DEEP UNLEARNING. EJERCICIOS DE DESAPRENDIZAJE en Fundación Andreani hasta el 12 de febrero. Una instalación participativa que mediante robots, sensores e inteligencia artificial, invitan a evocar los gestos de los bebés en sus primeros días de vida.

Nuestro secreto era un refinado algoritmo basado en una ecuación bayesiana (…), un artilugio que, para hacerlo inteligible incluso a los no tenofilos, había traducido con cierta libertad en el adjetivo decisivamente sexy de «evolutivo».
Odio, Daniele Rielli
¿Qué es un algoritmo? ¿Puede afectar el ejercicio de los derechos humanos? ¿La inteligencia artificial es imparcial o calca los sesgos y prejuicios del programador o de la institución que los desarrolla y utiliza? Un algoritmo representa un esquema de ejecución específico que indica los pasos a seguir en una secuencia de soluciones determinadas matemáticamente para resolver una pregunta o problema.
Si escribo en Google mujeres latinas o mujeres asiáticas ¿por qué un gran porcentaje de las fotografías, de los ciento veintiséis millones de resultados producidos en noventa segundos, corresponde a imágenes hipersexualizadas o, conducen directamente a sitios pornográficos? Una alerta respecto a dichas problemáticas fue publicada durante el 2019 en un documento de la UNESCO titulado Recomendación sobre principios éticos para la Inteligencia Artificial (IA): “Debemos lograr que los beneficios de la IA se potencien pero al mismo tiempo es nuestra responsabilidad controlar los elementos nocivos y asegurar que el Estado de Derecho sea respetado tanto online como offline. Este es el objetivo fundamental”, señaló Gabriela Ramos, subdirectora general de Ciencias Sociales y Humanas UNESCO en ocasión de la publicación del reporte.
En Deep Unlearning tres robots analizan las expresiones de los participantes a través de una serie de algoritmos inspirados en las teorías de Andrew Meltzoff, experto en el desarrollo cognitivo en temprana edad y concentrado en investigar cómo la imitación contribuye a comprender el modo a través del cual se produce el aprendizaje social.
Angustia, dolor, felicidad, asombro. ¿Cuántos ademanes serían necesarios para abarcar el amplio abanico de gestos y estados de ánimo? ¿A quiénes copiamos durante nuestra infancia y cuánto se olvida o permanece durante nuestra vida adulta?
Robots, brazos mecánicos dotados de un monitor rectangular ofrecen al espectador fotografías de bebés en sus primeros días de vida con las más diversas expresiones. De pie, frente a la pantalla, doy pequeños pasos acercándome a este ente metálico, blanco y aséptico. Busco la posición precisa en la cual un sensor detecta mi presencia. Loading… Imita el gesto del bebé que verás a continuación, recita el monitor. Finalmente veo un rostro contraído en una mueca que no logro descifrar. ¿Disgusto, miedo, aflicción? Examino ese semblante cándido e indago gesticulando. Encuentro en la mímica una clave. Clic. El robot captura mi rostro en una fotografía inmortalizando un gesto primigenio pero que hoy me resulta artificioso. Viro levemente hacia la derecha y observo las fotografías de los participantes proyectadas a colores sobre una gran pared: adquieren nitidez y luego se funden con el ademán del bebé en el que nos hemos convertido. En ese collage digital, que no reclama la manualidad del artista, puedo observarme y ser observada. No identifico en las imágenes el modo en que me autopercibo y con el cual desearía ser percibida, esa especie de alfabeto aprehendido que responde a la ceremonia del politically correct. Es como retroceder en el tiempo; volver a ese momento en el cual aún no reconocemos nuestra imagen frente a un espejo, cuando todavía no hemos ni siquiera conquistado el lenguaje.
Descubro en cambio un retrato despojado de etiquetas. Reencuentro la dimensión sagrada del ser, esa intimidad – que en palabras de Georges Bataille – nos define como seres humanos; una dimensión que hemos abandonado para refugiarnos en un mundo inerte – el mundo del trabajo y de las convenciones – en directa oposición con la fiesta de la vida y del deseo.
“De lo que se trata – más allá de ese vínculo, si se quiere emocional y seductor de las máquinas que producen una cierta danza en el espacio invitando a la participación – es de un sistema impersonal, industrial, autónomo; de control y de cuidado al mismo tiempo que aprende en función de la intervención de las personas. Se trata de nuestro vínculo con los algoritmos y con la automatización de un ente, de un sistema que es capaz de estudiar y memorizar de manera independiente”, explica Sardón. Ese análisis pormenorizado basado en cálculos matemáticos se proyecta sobre una segunda pared como un cuadro rico en timbres cromáticos, adyacente a la primera, y en ese contraste entre el collage fotográfico y la imagen abstracta, que remite a la tradición científica, la relación humanidad-tecnología instaura un diálogo y desencadena una multiplicidad de interrogantes.
Pienso en cómo los autores han conjugado la pasión por la física y el arte. El arte libre, independiente tanto en sus objetivos como en sus medios. Y aquí estoy plagiando a Hegel. Antes y ahora: arte como “una forma de traer a la conciencia (…) los intereses más profundos de uno mismo, las piadosas verdades extendidas del espíritu”. No arte como “un juego fugaz (…) para decorar nuestro entorno, para dar agrado a la parte externa de las relaciones de la vida y para resaltar, mediante el ornamento, otros objetos”. Deep Unlearning conquista sin dificultad ese delicado equilibrio logrando integrar al público a través del aspecto lúdico de la instalación y conserva, al mismo tiempo, la capacidad transformadora del arte sin el auxilio del discurso teórico analítico que escinde la unidad de la obra en detrimento de la experiencia estética.
Ana Laura Esposito
@analaura.esposito
Deep Unlearning. Ejercicios de Desaprendizaje
Sardón & Sigman
Fundación Andreani
Hasta el 12 de febrero podés disfrutar de la exposición de jueves a domingo 11 a 18 hs con entrada gratuita. La aplicación CUIDAR es requerida al momento de hacer la reserva.
Av. Pedro de Mendoza 1987
Links de interés: Recomendación Sobre Principios Èticos para la Inteligencia Artificial (AI)
Muy buena el comentario de la muestra y nos invita a explorar ese mundo primitivo de nuestra niñez casi olvidada. Dan ganas de ver la muestra y no perderse esa experiencia olvidada.
Felicitaciones. Me lo agendo.