Hasta mediados de octubre, el Centro Cultural Kirchner y la Casa Nacional del Bicentenario exponen las obras premiadas y seleccionadas en la 109.ª edición del “Premio Salón Nacional de Artes Visuales”, organizado por el Palais de Glace. Con curaduría de Marcela López Sastre, la muestra reúne 266 obras de artistas dentro de las categorías dibujo, pintura, escultura, cerámica, grabado, textil, fotografía, instalaciones y medios alternativos.
En esta edición, además del récord de inscriptos, se destacan la gran participación de mujeres y de personas LGBTTIQ+, y la descentralización de la convocatoria, a partir del aumento en un 30% el cupo de artistas de las provincias. Estos resultados no son casuales, sino que parten de una política institucional, ya que la diversidad y el federalismo son los lemas del Salón Nacional.
En consonancia, la sede del CCK exhibe 104 piezas artísticas, divididas en cuatro ejes transversales: inclusión y diversidad, pandemia, trabajadores del arte y militancias. En este entramado de salas, cada obra potencia el diálogo con el espectador y refuerza el carácter activo de la mirada. Los textos curatoriales invitan a involucrarse en las problemáticas del arte e interpelan las estructuras arraigadas que invisibilizan a los artistas y contribuyen a la precarización del sector. De esta manera, cada sala se convierte en un espacio de posicionamiento, que nos permite reflexionar sobre el rol social y político del arte, y sobre la construcción individual como motor de cambios colectivos.
La sala que inicia el recorrido se titula “inclusión y diversidad” y está integrada por obras que exploran la representación de la corporalidad, el placer sexual, el proceso de deconstrucción, la identidad y adquisición de derechos. En esta sala, se destaca el retrato fotográfico Oriel de Jorge Mónaco, que obtuvo el premio adquisición Presidencia de la Nación a la segunda mejor obra del Salón Nacional. Esta fotografía forma parte de la serie Cuerpos disidentes y permite profundizar en torno a la representación de los cuerpos en el arte, a partir del quiebre de la lógica del binarismo de género.
A continuación, la sala “pandemia” nos invita a reflexionar sobre la crisis sanitaria actual y su impacto a nivel económico y humano. Las obras nos enfrentan a la muerte, al privilegio de poder quedarse en casa, a la distancia física, pero también trazan un camino esperanzador, al recordarnos la fuerza del amor y la unidad en la construcción de futuro. Así, la sala enfatiza la importancia social del arte, ya que ésta nos ayuda a repensar contextos y profundizar de manera simbólica en las emociones que nos atraviesan. De esta manera, detenerse y observar equivale a un descanso de la vorágine y a una puesta en común de las vivencias propias, a partir de una relectura ajena.
Por otro lado, en el espacio “trabajadores del arte” se encuentra la videoinstalación Trabajadoras de Gabriela Golder, que obtuvo el premio adquisición a la primera mejor obra del Salón Nacional. De manera general, la obra de Golder plantea temáticas vinculadas a la memoria, la identidad y el trabajo. Estas temáticas reverberan en la videoinstalación, que está inspirada en la obra del artista uruguayo Guillermo Facio Hebequer y en el puño cerrado como símbolo de lucha y emancipación. En loop, vemos a dos mujeres trabajadoras con su puño en alto y con gestos que emanan gritos, aunque no es una instalación sonora. La diferencia generacional entre las protagonistas y el movimiento constante y ralentizado de los brazos, refuerzan la idea de lucha como fenómeno histórico y colectivo.
En esta misma sala, se encuentra la pintura La intuición de la salteña Ana Benedetti, que fue galardonada con el premio adquisición a la tercera mejor obra. Esta obra consiste en un lienzo suspendido en forma de U y posee un carácter perceptivo y contemplativo. Las tonalidades en degradé reconstruyen el paso del tiempo y los cambios de luz en la naturaleza, además de abordar la construcción del ser en relación con el espacio, un concepto que también es abordado por otras obras de la sala.
Por último, en la sala “militancias” encontramos obras que abordan la vivencia del instante, la construcción de la propia imagen, las comunidades locales, los sonidos, entre otras cuestiones. A su vez, el escrito que preside la sala surge como un llamado a la acción, que condensa los discursos de las salas anteriores y establece que el vínculo entre arte y política se produce como un camino conjunto hacia la emancipación y visibilización de las minorías. De esta manera, las obras seleccionadas, las decisiones curatoriales y los postulados del Salón Nacional evidencian la importancia de las políticas públicas para potenciar tanto la visibilización como la circulación e intercambio entre artistas, instituciones y comunidad.
Información:
La exposición de obras del “Premio Salón Nacional de Artes Visuales” puede visitarse en la Casa Nacional del Bicentenario y en el Centro Cultural Kirchner.
En el CCK, la muestra estará vigente hasta el 15 de octubre, de miércoles a domingos y de 14 a 20 hs. Evento gratuito, con reserva previa a través del sitio web.
En la Casa Nacional del Bicentenario, la exposición será hasta el 31 de octubre, de jueves a domingos y de 15 a 19 hs. Evento gratuito, sin reserva previa.