El Museo posee obras de fotógrafos de la talla de Stern y Coppola, de plásticos como Kandinsky, Klee o Picabia, de artistas argentinos como Antonio Berni, Alberto Heredia, Antonio Segui, Luis Wells y Polesello entre otros. El Museo de Arte Moderno funcionó en diferentes espacios de nuestra ciudad como el Museo Sivori, las galerías Peuser, Van Riel, Rubbers, Witcomb y Lirolay.
A principios de los 60 se instaló en el Teatro Municipal General San Martín. Finalmente, en 1989 fue trasladado a la avenida San Juan al 350, al edificio de la vieja empresa tabacalera Nobleza Piccardo construido en 1918. En los últimos años, diferentes gestiones gubernamentales mantuvieron cerrado el museo por largo tiempo. Tras la refacción y puesta en valor de la sede definitiva, el 23 de diciembre de 2010, se celebró la reapertura parcial de las salas.
En la actualidad, están habilitados tres espacios expositivos, uno en planta baja para muestras temporales, y otras dos salas en el nivel superior a las que se accede a través de una monumental escalera central. En la planta alta se exhibe una parte de la Colección Pirovano y otras piezas del patrimonio del MAMbA, que permiten establecer un amplio panorama del arte abstracto en sus más variadas vertientes.
En este mismo nivel, se encuentra «Project Room», una sala dedicada a proyectos especiales y arte contemporáneo en general. A la fecha, los artistas Mariano Ferrante, Julián Terán e Ignacio Valdez, invitados por Santiago Bengolea, intervienen el edificio con dibujos en forma no convencional con la muestra “Site Specific”. En la planta baja se exhibe una donación de 122 grabados del artista Antonio Seguí realizados entre 1996 y 2010.Laura Buccellato, directora del Museo de Arte Moderno, no oculta su satisfacción en esta nueva etapa al frente de una de las instituciones referentes del arte argentino de los últimos tiempos.
Antonio Seguí. Grabados 1996-2010
Esta valiosa colección, que se suma a las 220 donadas en el 2001, permite conservar todo el proceso creativo del artista, a través de su gráfica. El grabado, en Seguí, además de su virtud intrínseca de multiplicidad y difusión, es un modo de ensayar nuevas formas y sentidos que luego expresa a través de objetos, esculturas, dibujos y pinturas.
En sus grabados, habitados de muchos personajes y elementos como edificios, aviones, animales mutilados y demás, se desprende un vigoroso y virtuoso vitalismo, a veces expresado con una brutalidad grotesca, y otras con una concisa simplicidad.
Antonio Seguí suele decir que cada una de sus obras es un cuento, en el que generalmente incluye memorias de su infancia e impresiones de la vida ciudadana, personajes hieráticos —ya sean del tango o del folklore argentino-,siempre en clave humorística.