Continúa la muestra de Luis F. Noé en el Paseo de las Artes – Palacio Duhau, que reúne treinta y tres obras de reciente producción que reflexionan mayormente sobre la experiencia del tiempo en diálogo con las cerámicas de Natalia Revale.
En su recorrido, está latente la percepción del artista en el acto de crear. “Dibujar el color”, dice Noé mientras que, con sus ochenta y seis años, se entusiasma con los nuevos proyectos en materia pictórica y literaria. Al mismo tiempo, adelanta la creación de la fundación que lleva su nombre cuya finalidad es difundir el trabajo de grandes figuras del arte argentino que por uno u otro motivo no han tenido el reconocimiento suficiente en nuestro país.
En la entrevista-texto que abre el catálogo de OCHENTA Y SEIS, su última muestra en Galeria Rubbers, Luis Felipe Noé reflexiona sobre su quehacer artístico desde sus inicios, su residencia en Estados Unidos y Francia, la política y el pensamiento en torno al caos como hilo conductor en la interpretación de su obra.
«El tiempo tiene sus tiempos. Hay tiempos rápidos y hay tiempos lentos. No está relacionado con la marcha del reloj. El tiempo de la infancia es lentísimo pero luego se hace cada vez más rápido. El presente y el pasado juegan a las escondidas. Hay casi presentes, o sea ayeres inmediatos que se van al olvido total como si realmente no hubiesen existido (eso se agudiza en la vejez) y hay pasados que uno siente, cuando vienen a la memoria, que están tan presentes que uno recuerda hasta los más mínimos detalles como si los volviese a vivir. A veces, esos detalles no son tan importantes pero por algo gravitan en uno”.
Pinturas, esculturas, cerámicas y un vitral integran esta exposición que, como se preguntaba el artista en el ya mítico texto El acto de pintar de 1984: “¿Qué es pintar hoy día? Es ir pensando a través de la pintura sin tener prejuicios sobre lo que ella debe decir y lo que debe ser (sean esos prejuicios figurativos o abstractos) y por encima de todos los códigos particulares y con la experiencia de todos ellos. El único objetivo del acto de pintar es la manifestación del ‘principio de interioridad”.
Hasta el 8 de marzo Paseo de las artes – Palacio Duhau Park Hyatt Buenos Aires
Posadas 1350, C.A.B.A.
EL ARTISTA
Luis Felipe Noé nació en Buenos Aires en 1933. Estudió en el taller de Horacio Butler. Vivió en París y en Nueva York. Entre 1961 y 1965 formó parte del grupo conocido como Nueva Figuración Argentina, integrado, además, por Ernesto Deira, Rómulo Macció y Jorge de la Vega. Fueron invitados a participar en el Premio Internacional Guggenheim en 1964 y se les rindió homenaje en la sección histórica de la Bienal de San Pablo en 1985. Desde 1959 ha realizado más de cien exposiciones individuales. En 1995 y 1996 realizó muestras retrospectivas en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires y en el Palacio de Bellas Artes, México D.F. respectivamente, y en 2010 en el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro, Brasil. Representó a la Argentina en la 53a Exposición Internacional de Arte de Venecia (2009). Ha sido invitado de honor en la XX Bienal Internacional de Curitiba (2013). En el 2017, el Museo Nacional de Bellas Artes le dedicó la exposición “Noé: Mirada prospectiva”. Ha recibido, entre otros premios, el Premio Nacional Di Tella (1963). Becas del Gobierno de Francia (1961) y de la John Simon Guggenheim Memorial Foundation (1965 y 1966). Por su trayectoria le han otorgado el Gran Premio de Honor del Fondo Nacional de las Artes (1997) y el Konex Brillante a las Artes Visuales (2002). La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires lo declaró Ciudadano Ilustre (2006). Premio Homenaje del Banco Central de la Republica Argentina (2009). Premio a la Trayectoria, Academia Nacional de Bellas Artes, Buenos Aires (2015). Mención de Honor Senador Domingo Faustino Sarmiento, Cámara de Senadores de la Nación (2017). Premio Nacional a la Trayectoria Artística, Secretaría de Cultura de la Nación (2019). Ha publicado los libros Antiestética (1965), Una sociedad colonial avanzada (1971), Códice rompecabeza con Recontrapoder en cajón desastre (1974); A Oriente por Occidente (1992); El otro, la otra y la otredad (1994). Con Horacio Zabala “El arte en cuestión” –conversaciones– (2000), “Cuerpos pintados por Noé”, con fotografías de Roberto Edwards (2002); Con Nahuel Rando “Las aventuras de Recontrapoder” (2003), Wittgenstein: este es el caso (2005), Noescritos sobre eso que se llama arte (2007). Con Noé Jitrik, “En el nombre de Noé” (2009), Mi viaje – cuaderno de bitácora (2015); El caos que constituímos (2017) y En Terapia (2018).