PERCEPCIONES AFRICANAS
El origen de lo originario desde un maestro de otras esferas
En el marco del Decenio Internacional para los Afrodescendientes (2015-2024) y a diez años del fallecimiento de Eduardo Mac Entyre (1929-2014), la obra “Percepciones africanas” se presentó en la sección principal de arteba en Galería Vía Margutta. Al mismo tiempo, se exhibia “Generación de espacios” en el espacio de Galería Palatina.
Las obras del proyecto “Percepciones africanas” (parte de la Colección permanente donada por la Dra. Marta Campomar al Museo de Bellas Artes de Salta, actual Museo Casa Arias Rengel), Interpretan el mundo africano a partir de la figuración y la exaltación de la forma, como síntesis en la abstracción absoluta.
El arte africano, eje neuronal de la vanguardia cubista y del formalismo que ha movilizado la expresividad de maestros como Picasso, Braque, Matisse y Derain, entre otros; no es ajeno al artista argentino. Aunque para 1998 la comprobación del ADN del origen del “Homo Sapiens” en África era lejana, Mac Entyre responde a la diversidad de estímulos del arte africano y su iconografía animista, como si su corazón ya lo supiera…
Su propia maestría y aquellas obras inspiradas en África que realiza en 1950 en los tiempos de estudiante, son los estribos de esta travesía creativa que comienza inspirándose en piezas africanas del siglo XX.
Crear una pieza africana, requería de un tiempo sacro del artista como “transmisor”. Un tiempo a solas, en comunicación con todos los tiempos de la vida, para dedicarse a pleno con lo que en verdad “es” como transmisión espiritual devenida en objeto. En África, el arte no se relacionaba con la fama sino con lo sagrado en lo cotidiano. Otra cercanía a creadores de la talla de Mac Entyre, cuyas muestras, sencillamente, eran para mostrar lo que hacían; en plena conexión con su interioridad.
Como un acto de honra a la vida misma y al espíritu que la anima, con una poética transpersonal, Eduardo Mac Entyre ofrece en estas obras, un elixir de generosa libertad expresiva de años de formación en un in-crescendo rítmico de técnicas en diversos soportes; desde tela, papel y cartón, intervenidos con pintura, pastel, óleo, temperas, acuarelas, collage y una suerte de grabado sobre chapas.
La luminiscencia que sigue emanando de las obras del artista seleccionado por la UNESCO que llegó al Vaticano con su obra: Cristo, la luz, tiene una mirada integradora de la creencia Musulmana, Cristiana y Animista en esta producción, en un Cristo de la esperanza a partir del Cristo de Burkina Faso.
El proyecto, al que se suman serigrafías como réplicas de los cuadros en el taller de Guillermo Mac Loughlin y la serie de fotografías África más allá de lo ancestral de Andrés Barragán, es rico asimismo en ejes temáticos. Atraviesa la maternidad, lo mágico del fetiche, la representación de un antílope en el Tywara, una máscara Bembe, la mirada Bwa, los rituales y costumbres de las mujeres de la etnia Ndebele…
Las puertas dogones, devenidas en auténticos libros multidimensionales, entre veladuras y texturas dejan entrever la espiritualidad que permea lo simbólico. La sutileza del artista de las esferas como intermediario de mundos, interpreta la fertilidad Marka de una manera única leve, dinámica y concreta donde afloran los estudios orientales de su juventud, en un grafismo cercano al trazo del Sumi-e como un geiser vaporoso de energía femenina que impregna el vacío.
Como corolario del Decenio Internacional para los Afrodescendientes (2015-2024), no es menor que parte del agua que ha corrido entre antropología, primitivismo, el mito del buen salvaje y la valoración Junguiana de estos arquetipos; fertilice causalmente una expresión artística cuidada, a la que se le otorgue un lugar preferencialen Galería Vía Margutta.
En analogía al tiempo circular de la cultura africana y su creatividad sagrada, entre“Sasa y Samani” Percepciones africanas dialoga en vibraciones invisibles de una misma esencia, con Generación de espacios, exhibida en Galería Palatina.
La intención original de preservar este acervo africano, exhibiéndolo en una provincia con impronta aborigen, se mantiene en la permanencia de este corpus de obras de la Colección Campomar; en el actual Museo Casa de Arias Rengel de la Provincia de Salta, Argentina.