ROGER MAC ENTYRE: GEOMETRÍA VIBRANTE
Palimpsesto de luz, forma y color



Una enorme puerta de madera precede en cálida bienvenida a las cajas volumétricas que en cuidada intervención arquitectónica preservan la arteria en un patio de esculturas y el corazón de una casa chorizo. El antiguo corralón de Parque Patricios, luego hogar y taller de Naum Knop, es la Casa Museo inaugurada en 2019 para la difusión e investigación de arte que alberga hasta el 25 de Junio la actual muestra de Roger Mac Entyre, “Geometría Vibrante”.

Con un tempo propio, la obra de Roger Mac Entyre sondea la manifestación de realidades misteriosas, espacio y posibilidades del campo multidimensional de la física cuántica. Un abordaje complejo de la línea y la curva desde formas simples, confiere dinamismo y una profundidad hipnótica a partir de una multiplicidad de capas de materias y técnicas que evolucionan en sus series.
Liberado de lo meramente Op, indaga la línea en sus posibilidades, dimensiones lejanas en nuevas expresiones compositivas. La vivencia creativa del arte, incorporada lúdica y naturalmente desde la infancia en el taller de su padre, comparte parte de ese juego madurado con el espectador de manera única y personal.
Geometría vibrante en las salas de la Casa Museo Naum Knop ofrece al espectador parte de lo que nos hace humanos compartiendo un mismo momento en la tierra, donde la experiencia es tan grupal como única e individual.

Como ley hermética, todo vibra en el movimiento de su obra incentivada por la distancia espacial, las capas de materiales desde el dibujo al acrílico en palimpsesto y un increscendo de inquietud cinética, al ser motorizada. De lo simple a lo complejo y orgánico, la imagen invita a detenerse para descubrir -como por primera vez- un atisbo que recuerda al inicio geométrico de la vida en sus manifestaciones.
Como en el universo de la música, los trabajos cinéticos permiten percibir intervalos y tiempos. A través del grosor alterno de las líneas, sus degrades y la distancia entre ellas en el recorrido visual, devienen en sinfonía espiritual de formas y color en movimiento.
Algo de magia fascina al espectador, que se guarda en la mirada que solo capta la vista, un secreto inasible, susurrado solo a sus ojos.
¿Qué primeras impresiones tienes en creatividad artística ?
Desde muy chico mi padre nos entrena el ojo en el arte con naturalidad. Además de presenciar con mis hermanos la elaboración de sus obras -desde el lienzo en blanco- lo acompañábamos a talleres y exposiciones de sus colegas.


¿Cómo era ese ambiente?
Motivador. Como estimulación temprana, nos rodea la estética de Gyula Kosice, Rogelio Polesello, Josefina Robirosa, Ary Brizzi, María Martorell, Miguel Ángel Vidal y Manuel Espinosa, entre otros.
Tu padre co-funda el Movimiento Arte Generativo, ¿qué corrientes llaman tu atención?
Era habitual tomar un libro de su biblioteca, recorrerla como un viaje en el tiempo para ver hechos y aconteceres del arte internacional. Indagábamos todas las corrientes artísticas, desde lo Renacentista a la Escuela Bauhaus, hasta nuestros días.
Con estas influencias, ¿Qué estudias?
Estudio publicidad. Al egresar en 1987 me inclino plenamente al campo audiovisual integrando el diseño gráfico, la fotografía, la realización de videoclips, los documentales y la composición musical.
¿Qué trae aparejada la profesión?


En un momento bisagra a partir de 2014, desarrollo un cuerpo de obra en el que– a modo enroque- permuto los 24 cuadros por segundo de mi profesión en el mundo audiovisual, a un movimiento integrado en un solo cuadro.
En analogía, me valgo de capas superpuestas de diversas materialidades. Pinto una serie de líneas y encima superpongo un acrílico transparente con un dibujo similar, con variantes de color y grosor, desfasado en tiempo y espacio.
La distancia entre capas juega un rol matemático trascendente. De ella, de la separación, grosor de las líneas que se entrecruzan, depende la representación final de las figuras que se forman y el efecto moaré, ese movimiento que percibe el observador.
¿Cómo experimentas el desarrollo de una obra?
En Raindrops indago sobre tres gotas de lluvia que, intermitentemente, caen sobre un lago. Tras un mes de cálculos y pruebas para este desarrollo, experimento introducir pequeños motores eléctricos en nuevas producciones de imagen renovada.
El hecho de incorporar el motor ofrece opciones, incluso hacia lo lúdico. Desde que comienzo hasta el resultado final, se produce una especie de metamorfosis en el cuadro.
¿Qué te inspira hacia una serie?
En “Construcciones cinéticas” por ejemplo,me inspiro en agro glifos. Diseños circulares sobre hierba que aparecen en los campos. La parte concreta de estas esculturas cinéticas es la forma del soporte metálico.
El movimiento cinético no tiene por qué abarcar toda la obra. Puede dialogar con una parte de ella y localizar esa fracción óptica sobre un contenido compositivo concreto o constructivista. Este tipo de obra conforma la serie “Cinetismo concreto”.
¿Cómo has ampliado técnicamente tu campo?
No me conforma una sola técnica plástica. En mi búsqueda incesante y caprichosa, actualmente incorporo en paralelo multicapas de resina en formas geométricas, simples y orgánicas. Sobrepuestas, producen frescura. Imágenes acuosas, de colores traslúcidos que generan otros al superponerse.
La resina tiende a expandirse al ser aplicada. Con el tiempo descubrí un material que contenga su perímetro. Cada capa lleva 24 hs. de secado. Un cuadro puede requerir el montaje de hasta 30 capas sin mencionar la dificultad de hallar sorpresivamente un insecto o partícula ajena sobre ellas.
Actualmente ¿qué investigas?
Siempre me interesó leer e investigar sobre física cuántica, los fenómenos de la luz y la cuarta dimensión. Descubrir en geometría que un hipercubo es un análogo n-dimensional de un cuadrado, me impulsa a preguntarme si sería visible la cuarta dimensión.
¿Sería posible simularla en la vida diaria y manipular las tres dimensiones de alto, ancho y profundidad que conocemos? Desde la lógica más simple, la cuarta dimensión puede convivir en el éter como proyección de estreñidas perspectivas de las formas hacia un espacio no definido.
Lograr esa imagen requiere de un medio físico para deformar la luz del dibujo que hago detrás para ofrecer una nueva imagen cada vez que me mueva. Un espectro que convive en el cuadro donde el color y las formas divagan en el espacio-tiempo, los colores y las formas se facetan en degrades hasta alcanzar perspectivas más profundas que la profundidad del marco del cuadro.
Encuentro un acierto de esa búsqueda en un material translúcido que trabaja como “médium”.
Dos observadores contiguos -uno al lado del otro- ven formas distintas en la misma obra, un aprovechamiento del error de paralaje para lograr mi intención. En progresión cuántica, lo que es para el observador A, no es ni será lo que distingue el observador B.
Estas obras tienen la particularidad de carecer de posibilidad de registro fiel en fotografía o fílmico, de lo que solo el ojo humano percibe de la noción hipercúbica en la visión directa.
CASA MUSEO NAUM KNOP – Catamarca 1747 CABA. Abierto: Lunes, miércoles y jueves de 10 a 16 hs o con cita previa