Memorias de un Soñador, de Alejandro del Conte

Cartoneros recuperaron de un volquete parte del legado cultural del fotógrafo, cineasta, publicista y redactor bonaerense, Alejandro C. Del Conte, fallecido en 1952. Es la primera vez que su obra está expuesta al público.
El acervo cultural de Del Conte, figura central en el mundo fotográfico latinoamericano durante la primera mitad del siglo XX, está siendo expuesta al público por primera vez en Memorias de un soñador. La muestra es llevada a cabo por El Centro de Investigación Fotográfico Histórico Argentino (CIFHA), la galería ArtexArte, y curada por Alfredo Srur, director de CIFHA.

Del Conte fue pionero en la construcción de una red latinoamericana de entidades y fotógrafos interesados en la fotografía como arte. Es difícil de creer que todo el trabajo del fotógrafo, periodista, escritor y cineasta, fue arrojado a la basura. Pero lo más milagroso es que parte de su acervo fue recuperado por cartoneros en pleno siglo XXI.
El fallecido fotógrafo comenzó su carrera profesional a los 16 años de edad como redactor de la revista PBT; un medio argentino dedicado al humor gráfico fundado por Eustaquio Pellicer, también fundador de Caras y Caretas. Fue fundamental la labor de Del Conte en el desarrollo cinematográfico del norte del país. El cineasta realizó el primer documental filmado en Tucumán, Tucumán durante las fiestas del Centenario (1916). Más importante aún, dirigió Film Gráfico, la primera publicación del gremio cinematográfico de las provincias del norte del país. Esta publicación jugó un papel clave en la difusión del cine en Tucumán, Santiago del Estero, Salta, Jujuy, La Rioja y Catamarca. Las notas de la revista intercalaban informaciones internacionales y de Buenos Aires, pero el núcleo era la actualidad regional.

Sin embargo, la obra pilar de su vida fue el Correo Fotográfico Sudamericano (CFS), una de las principales revistas de fotografía en América Latina, que surgió entre los años 1921 y 1959. A través de ella, Alejandro del Conte gestó una conciencia de pertenencia latinoamericana en el ámbito del foto-clubismo, un movimiento de asociación de profesionales y aficionados interesados en la fotografía como arte. Originalmente, era una revista informativa para profesionales y aficionados, pero con el paso del tiempo comenzó a abordar cuestiones artísticas y luego, incrementó la crítica de exposiciones. Al ser director y redactor de la revista, Del Conte consideraba que no sería ético publicar sus fotografías allí, por lo que nunca salió a la luz una obra de su autoría en CFS
Estanislao Del Conte y niño Angelina R. de Del Conte Desnudo
CIFHA rescató el único material conservado del artista comprobado hasta la fecha. Está formado por 5.000 unidades documentales, de inicios del siglo XX hasta los primeros años del XXI. La exposición consta de telegramas de fotoclubes, el guion original de La Barra de Taponazo—una de las primeras películas del cine sonoro—, una parte de la colección de Correo Fotográfico Sudamericano y de Film Gráfico. Además, están exhibidas fotografías vintage del detrás de escena de la película mencionada, y ampliaciones analógicas color de Alfredo Srur, curador de Memorias de un soñador.
Srur explica en el libro Alejandro Del Conte, Memorias de un soñador, publicado por CIFHA a raíz de la exposición, que la primera etapa de trabajo consistió en la limpieza y estabilización de los materiales, abandonados durante décadas. Luego, digitalizaron e investigaron en torno de la figura del olvidado fotógrafo argentino. Cabe destacar, que el fondo fotográfico está compuesto por negativos en diversos soportes y formatos. Además, todas las imágenes que conforman la muestra están realizadas de forma analógica, es decir, sin intervención digital.

“Una de las cosas que, desde el inicio, más me han impresionado de su obra fotográfica, es la inusual y armoniosa convivencia de la estética familiar con la publicitaria”, escribe Alfredo Srur en la investigación realizada como parte de la muestra. En las fotografías de Del Conte destacan los escenarios lúdicos que retratan niños jugando, los climas somnolientos en las escenas de desnudos y las imágenes en penumbras, y retratos que evocan a clásicos de la fotografía, como Edward Weston. En muchas de sus obras aparecen su esposa Angelina Rimoldi de Del Conte y su hijo Estanislao del Conte, quien más tarde se haría cargo de la dirección de CFS.
En línea con esto último, Alfredo Srur escribe: “En mi imaginación puedo escucharlo, mientras sonríe, pedirle a Estanislao que llore para la foto. Esto potencia esa extraña mezcla entre lo familiar y lo publicitario que, en definitiva, era su estilo, su manera de vivir; algo que le permitía explorar los límites entre la realidad y la ficción, lo profesional y lo aficionado, el arte y el gremio, la fotografía y el cine, la imagen y la escritura. Sin dudas se trataba de una mente compleja que empezábamos a conocer”.
Es importante destacar que Del Conte, incluso antes que los fines artísticos, privilegiaba la conciencia educativa y la actividad gremial como medios para el fortalecimiento social. De ahí, la importancia de Memoria de un soñador como investigación y exposición reconstructiva de un pionero en la red fotográfica latinoamericana.
Apertura al público: Jueves 12 de agosto
Horarios: Martes a sábados de 14 a 19h
Solo con cita previa www.artexarte.com.ar/visitas
La exposición permanecerá abierta al público del 12 de agosto hasta el 30 de septiembre.