El Museo de la Cárcova presenta “Aída Carballo, una puerta abierta a lo infinito”, una exposición que reúne una selección de obras y documentos representativos de su trayectoria artística y, también, de su rol docente.

Aída Carballo (Buenos Aires, 1916-1985) fue conocida especialmente por el estilo único de sus grabados en los que combina elementos de la vida cotidiana con un profundo compromiso social.

«Busco el ruido de la calles de esta misteriosa Buenos Aires y me envuelve el torbellino de su tráfico, con sus colectivos hacinados en los que encuentro la charla de mis alumnas, la figura doctoral de mis colegas, e imagino sentados en sus asientos al presidente de la Nación, al Ministro de Educación, a mis vecinos de barrio, a mí misma; me alineo disciplinadamente junto a los postes de paradas y, en las largas esperas recojo el alma popular estampada en las paredes -el corazón con dos nombres y una flecha, la sigla política, la carestía de la vida-, la llevo a mis cartones. Es el alma de la ciudad transitando por mis litografías, mis dibujos, mis grabados.»
Aída Carballo, 1971
Grabados, dibujos, documentos, cerámicas y fotografías componen el recorrido que ofrece una visión acabada de su legado.


La ciudad y las personas que la habitan son una constante en la obra de Carballo. La artista elige representarla en toda su heterogeneidad. A su vez, la palabra escrita, un recurso recurrente en su obra, construye claves de lectura, que en muchos casos aluden al contexto político-social. Tal es el caso de los afiches, parte de la cultura visual urbana, que tuvieron un auge particular durante los años sesenta. Carballo primero los representó en sus estampas y, hacia el final de su vida, se volvieron soporte para festejar el retorno de la democracia.


En sus imágenes, Carballo condensa búsquedas iconográficas, técnicas y estéticas, así como su propia manera de habitar la ciudad, en tanto mujer y artista. Así, en un contexto de modernización de la gráfica, de inserción del grabado en nuevas esferas institucionales y de expansión de la cultura de masas, la artista resignificó una tradición del grabado local en la que la calidad técnica, la representación urbana y el compromiso social juegan un rol preponderante.
Aída Carballo habita la ciudad desde sus días como estudiante de «La Cárcova», a la que llegaba después de un largo viaje. La artista camina las calles de Buenos Aires, observa sus muros, viaja en sus colectivos, dibuja la ciudad entre sus papeles y la imprime en sus estampas:
«Lo único que sé es que amo a la gente, la calle, la política, la vida.» Aída Carballo, 1967.

Se exhiben obras provenientes de diversos museos como el Museo Nacional de Bellas Artes, Museo de Artes Plásticas “Eduardo Sívori”, Museo Provincial de Bellas Artes “Emilio Pettoruti” Museo Municipal de Artes Visuales “Víctor Roverano” y Museo Nacional del Grabado. Fundación Espigas y colecciones privadas.
En exposición Desde el 10 de agosto al 27 de octubre
Días de visita: Martes a domingos de 10 a 17 h (feriados cerrado) | Entrada gratuita
Museo de La Cárcova – Av. España 1701, CABA