El Museo MALBA presenta una exposición de Antônio José de Barros Carvalho e Mello Mourão, más conocido como Tunga.
Protagonista fundamental de la escena artística brasileña de fines del siglo XX, Tunga (Palmares, 1952 – Río de Janeiro, 2016) formó parte de una generación de creadores prolíficos que siguió las huellas de Lygia Clark y Hélio Oiticica.
Se inscribió en una generación de creadores prolíficos marcada por el legado del neoconcretismo. Retomó de este movimiento la concepción del arte como vehículo de experiencias corporales, dotando al proceso creativo de dimensiones multisensoriales. Sumó a este abordaje una exploración material diversa y procesual que caracteriza su obra.
Eu, Você e a Lua [Yo, Vos y la Luna], de la Colección Sarina Tang, es una de las obras más desafiantes que Tunga desarrolló en su carrera y que llegó a presentar en vida en el Centre d’Arts et de Nature del Château Chaumont-sur-Loire, en Francia, en 2015.
Congruente con su pensamiento circular y expansivo, esta instalación despliega con elocuencia su pensamiento artístico, nutrido de saberes diversos (literarios, filosóficos y científicos) que lo llevaron a experimentar con materiales e incorporar procesos alquímicos.
La instalación reúne elementos recurrentes en la obra de Tunga: piedras, espejos, cristales, bronce, cerámica, yeso y resina, y activa nuestro sentido del olfato a través de la incorporación de esencias aromáticas. El paisaje compuesto por todos estos elementos remite a una suerte de memoria visual de los tiempos previos a la existencia humana, aludida aquí en el tronco de un árbol fosilizado de más de dos toneladas, cuya forma ahuecada representa la corporalidad del tiempo.
La figura del árbol, además, integra el vínculo entre el cielo y la tierra. La pluralidad de los diversos elementos resulta en una espacialidad donde los opuestos confluyen en un todo indivisible y fluido.
Tunga imaginó este fósil como un facilitador del encuentro entre dos sujetos, inspirado en lo que llamó «energía de conjunción», un concepto central en su producción, que definió como la «conexión de elementos diferentes para explorar lo desconocido«. La exposición se completa con una serie de dibujos procedentes del Instituto Tunga que dan cuenta de la búsqueda del artista por trabajar la línea como una herramienta para representar la continuidad de la vida.
Desde el 25 de octubre al 17 de febrero de 2025. Av. Figueroa Alcorta 3415, CABA.