El MALBA acaba de inaugurar la primera exposición en Latinoamérica de Cao Fei, una de las artistas más importantes de China y del circuito internacional contemporáneo.
Nacida en nacida en 1978 en Guangzhou, momento en que China abre su economía al mundo, la obra de Cao Fei pone el foco en los rápidos cambios sociales del siglo XXI y cómo estos se reflejan en las subjetividades, atravesadas por el uso intensivo de la tecnología. Su punto de partida son las grandes transformaciones urbanas que China viene experimentando en las últimas décadas y la revolución tecnológica que atraviesa el país y el mundo.
La muestra se divide en cuatro núcleos: “Fabricación y globalización”, “Pasado y presente del mundo virtual”, “Memorias del socialismo y ciencia ficción” y “Urbanización y distopía”.
El recorrido comienza con el proyecto Second Life donde se entrecruzan realidad y ficción en una sala donde el video toma protagonismo pero también, se generan espacios habitables que replican la proyección, en ese sentido, podría decirse que es una muestra inmersiva.
EL PASADO Y EL FUTURO DEL MUNDO VIRTUAL
En la actualidad, es difícil imaginar el mundo sin internet ni tecnologías digitales. Aunque son fenómenos relativamente recientes, han impactado profundamente en la sociedad contemporánea, alterando nuestra experiencia de la realidad. Aplicaciones de servicios, redes sociales, videojuegos y tantos otros recursos produjeron un régimen de conectividad ininterrumpido, desdibujando los limites entre el adentro y el afuera de las pantallas. Cao Fei explora dichos aspectos en su obra, interesada en el modo en que las tecnologías suscitan determinadas visiones de mundo, ya sea ayudándonos a expandir los límites negociables de lo posible, o controlándonos, determinando y precarizando nuestra calidad de vida. En la década del 2000, la artista concentró parte de su producción en experimentaciones en Second Life, una plataforma virtual de socialización que prometía una «segunda vida», centrada en las elecciones y los deseos de los usuarios. Allí, construyó una enorme ciudad (RMB City [Ciudad RMB], 2007), creó un avatar, desarrolló vínculos amorosos y realizó una serie de eventos, investigando el modo en que la performatividad de nuestra identidad digital también repercute en nuestra subjetividad fuera de la pantalla.
Sin embargo, a pesar de prometer libertad y modelos alternativos de vida, Second Life no terminó siendo muy diferente de los modos de organización social que ya rigen nuestros comportamientos. Quince años después, la artista concentró parte de sus experimentaciones en el metaverso, donde se abocó a la construcción de una nueva ciudad, como muestra
DUOTOPIA (2022). Si bien es bastante serena y contemplativa, al apuntar a un mundo sin conflictos imaginado por las utopías digitales, esta obra incluye extractos del histórico «Manifiesto futurista», como si fuera una advertencia de los peligros que puede generar el uso acrítico de las nuevas tecnologías.
MANUFACTURA Y GLOBALIZACIÓN
Más de diez años separan Whose Utopia [Utopia de quién] (2006) de Asia One (2018) y 11.11 (2018). Sin embargo, en las tres obras Cao Fei explora el trabajo en las fábricas. Desde finales de la década de 1970, China experimentó un rápido crecimiento económico, producto de la apertura al comercio internacional y de una amplia inversión en infraestructura y exportación. Dicha configuración, no obstante, implicó transformaciones radicales en los modelos de producción y en las condiciones de trabajo, impulsados también por una nueva cultura del consumo. Especialmente en los sectores de fabricación, construcción y tecnología, los trabajadores son sometidos a largas jornadas de trabajo, bajos salarios y contratos inestables, con poca protección social. Además, la implementación de tecnologías avanzadas permitió el reemplazo de trabajadores por recursos automatizados, que garantizan un aumento en la productividad. En Whose Utopia, al hacer foco en los sueños de los trabajadores de una fábrica de lámparas, Cao Fei examina cómo impactan los modos de producción capitalista en la ecología local del trabajo y en el sistema social. Por otra parte, en Asia One y 11.11, lo que está en juego es el consumo acelerado proporcionado por la poderosa economía de compras online. Vistas juntas, estas películas nos invitan a reflexionar sobre el perfil de los cambios ocurridos en un contexto cada vez más asociado al libre mercado y al modelo de economía neoliberal.
MEMORIAS EL SOCIALISMO y SCI-FI
En el período de la posguerra, la Unión Soviética desempeñó un importante papel en la transferencia de conocimientos técnicos, tecnología y apoyo financiero para impulsar el desarrollo industrial y urbano de China. Desde el 2015, Cao Fei explora estas relaciones en algunos de sus trabajos, haciendo especial énfasis en el distrito de Jiuxianqiao, ubicado en el área de Chaoyang, en Pekín, donde la artista ocupó durante cinco años un antiguo cine de estilo soviético, transformándolo en su taller. Durante la década de 1970, el cine Hongxia funcionó como espacio comunitario, centro de reuniones, discoteca y bar, y se convirtió en una especie de centro social del distrito, responsable de reunir y entretener a los trabajadores que se desempeñaban en las fábricas de electrónica de cooperación sino-soviética.
Cao Fei desarrolló una amplia investigación sobre la región, explorando su historia social y económica y observando el modo en que la industria electrónica china evolucionó. La artista investigó no solo los archivos y relatos orales, sino también la literatura y el cine de ciencia ficción chino, expresiones bastante influenciadas por la cultura sovietica. El SCI-FI soviético frecuentemente abordaba cuestiones relacionadas a la ciencia, la tecnología, la exploración espacial y los avances científicos, temáticas alineadas con la visión del socialismo y del progreso científico que China adoptó durante la posguerra y que sirvió de inspiración para algunos escritores chinos. Finalmente, su investigación dio origen al llamado HX Project [Proyecto HX], compuesto por algunas de las obras exhibidas, como el documental Hongxia (2019), la película Nova (2019) y el libro HX (2020).
“El recorrido convoca a algunas de las preguntas fundamentales que componen la investigación de la artista: ¿Soñamos digitalmente? ¿Cómo se ha transformado la experiencia humana con el desarrollo de la inteligencia artificial? ¿Qué se ha modificado en la construcción de nuestras identidades entre tantas posibilidades virtuales? ¿Cómo vivir en grandes conglomerados urbanos en constante cambio, al servicio de la especulación inmobiliaria y del capital neoliberal? Sus obras son, al mismo tiempo, un retrato preciso de eventos sociales determinados y fragmentos impregnados de sueños provenientes de una realidad distante. Por eso, pese a que su interés por el documental orienta buena parte de sus búsquedas, su apuesta por la experimentación ficcional invita tanto a ampliar nuestra comprensión del mundo contemporáneo como a ejercitar la imaginación de posibilidades futuras. Lejos de posiciones derrotistas, el trabajo de Cao Fei apela al entrelazamiento de realidad y ficción para cuestionar cualquier determinismo técnico”.
Pollyana Quitella, curadora de la Pinacoteca de San Pablo, Brasil
MALBA, Figueroa Alcorta 3415, CABA