Arrancó BienalSur en el Museo MAR dando comienzo a una serie de exposiciones que impactaran por el resto del año en 120 sedes de 48 ciudades de 24 países.

El 1 de julio inauguró la primera de las múltiples exposiciones y actividades que se despliegan en el marco de la cuarta edición de BienalSur, creada y dirigida por los argentinos Anibal Jozami y Diana Wechsler desde la Universidad de Tres de Febrero – UNTREF.
Una tarea titánica de un grupo de audaces que han logrado convocar a los artistas e instituciones mas prestigiosas del mundo tejiendo una red global colaborativa, distinguida por la UNESCO como uno de sus socios y representantes.
«De este modo, BIENALSUR refleja el poder del arte según lo concibe la UNESCO: el poder de despertar conciencias, de elevar el nivel del debate público, de educar la mirada y promover la formación ciudadana; así como el poder de fomentar el diálogo entre países y culturas”, dice la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay en un video proyectado durante el evento.
Un proyecto que comenzó en 2015 y se fue expandiendo hacia nuevas propuestas como son las convocatorias y residencias internacionales.
Es así como este año convergen artistas de sólida trayectoria como Lygia Clark, Daniel Canogar, William Forsythe, Regina Silveira, Delia Cancela, Liliana Porter y tantos otros junto a jovenes creadores que surgen del Open Call abierto a artistas de todo el mundo.
Son mas de 400 artistas que participan de BienalSur 2023 seleccionados por un equipo curatorial coordinado por Liliana Piñeiro junto a Florencia Battiti, Fernando Farina, Carlos Herrera, Pablo Lapadula, Cristina Rossi, Sebastian Tedesco, Francisco Medail, Clarisa Appendino y la italiana Benedetta Casini que en su conjunto coordinan los 18.370 Km de arte contemporáneo que cubre la bienal, desde Buenos Aires hasta Japón atravesando las principales capitales europeas.

Son múltiples los temas que aborda cada edición considerando excluyentes el cuidado del medioambiente y la igualdad de género. En esta oportunidad se suma el concepto de territorialidad acercando el arte a los lugares mas vulnerable como por ejemplo las comunidades Quilmes calchaquíes en el este de Tucumán o en el lugar más vulnerable del Perú, en San Juan de Miraflores; al mismo tiempo, se trabaja con el Centro Pompidou de Paris y el Museo Reina Sofía de Madrid entre muchos otros.
EXTRA/ordinario, la muestra que estrena el Museo MAR de la ciudad marplatense, cuestiona el canon de lo cotidiano, poniendo en evidencia un nuevo orden.
La instalación “Un año de aire” de Esteban Alvarez que flota en la doble altura del museo, reflexiona sobre la polución en las grandes ciudades.


Gaspar Libedinsky recrea un arrecife de coral realizado con el plástico que se utiliza en la fabricación de escobillones que se extiende en tres direcciones hacia el exterior de la sala bajo el titulo “El origen de las especies”.


Al igual que las botellas reciclables de Alvarez, el material de los escobillones completará la cadena de la economía circular una vez terminada la muestra.
Destaca el trabajo del artista uruguayo Pedro Tyler con su serie de retratos de escritores famosos fallecidos trágicamente titulada “Páginas sueltas”. La figura central se titula “Entre lineas”. Ambas están trabajadas mediante el pintado y raspado simbolizando la frustración de la página en blanco “Escribir es básicamente borrar”, dice Tyler.


Por otra parte, la instalación lumínica de Leonardo Damonte “Figuraciones contradictorias en tres ficciones y algunas variables”, captan el instante en que todo se detiene, en alusión al tiempo en pandemia.

En la misma sala, Nicolás Bacal traza un mapa con las constelaciones del hemisferio sur talladas sobre 52 banquitos en los que el artista incrusta objetos de la vida cotidiana resignificando al objeto. Las posiciones de las patas se ubican estratégicamente en el espacio que los contiene.
Un juego de living que podría ser parte de una escena cotidiana si no fuera por la intervención del artista francés Pierre Ardouvin que vuelve a sorprender con su obra “Democracia” (2019).



Imperdible las piezas metálicas grabadas de Marie Orensanz así como también la “Blue flower” de Liliana Porter que al igual que los objetos “Sally’s”, Charly’s y Cigarettes del argentino Daniel Basso realizados en madera laqueada e impresión 3D, fascinan a grandes y chicos.
“Biscoito arte” de la brasileña Regina Silveira recrea la performance realizada en 1976 con imágenes documentales del episodio.



Especial atención a los lápices de colores del uruguayo Marcos Maggi trazando lineas por la pared de la sala.
Una escala en el recorrido son las famosas reposteras de Delia Cancela con vista el mar.



También, las obras de Eugenia Calvo (ARG), Olga Huyke (COL), Juliana Iriart (ARG), Ali Kazma (TUR), Irina Kirchuk (ARG), Mimi Laquidara, Pedro G. Romero (ESP) y Mariana Telleria (ARG) completan el discurso curatorial de Florencia Battiti y Fernando Farina abriendo el juego al visitante.













